En noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota golpearon al territorio hondureño. Desde CADENA Internacional desplegamos a un equipo de voluntariado mexicano que acudió a la región afectada junto con una delegación del Ejército Israelí. Ahí, brindaron insumos de emergencia, instalaron sistemas de agua potable, ofrecieron apoyo psicosocial y contribuyeron con las labores de reconstrucción.
Esa fue nuestra primera intervención en Honduras. Sin embargo, fue hasta diciembre del año 2021 que decidimos anunciar la apertura oficial de las oficinas en el país.
¿Por qué estamos en Honduras?
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Honduras enfrenta crecientes riesgos multidimensionales en un contexto de extrema fragilidad e inestabilidad política y social, los cuales se han exacerbado por la pandemia de COVID-19, los efectos del cambio climático, el desplazamiento forzado y la migración.
Estos factores provocan brechas profundas que impiden cubrir los estándares mínimos en la gestión de emergencias y garantizar la dignidad de las personas. A través de estrategias complementarias, en CADENA buscamos aliviar el sufrimiento humano por medio de intervenciones que llevamos a cabo en todo el territorio nacional.
Hasta ahora, hemos coordinado operaciones de atención en desastres como incendios, inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra. También hemos diseñado distintos programas para responder a la crisis migratoria y a otras situaciones de vulnerabilidad.
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