Hábitos para conservar tu salud mental en buen estado
A continuación, presentamos una reflexión en el marco del Día Internacional de la Salud Mental. El texto es de Claudia Sánchez Musi, psicóloga clínica y psicoterapeuta especializada en Psicología de Emergencias y Desastres.
La salud mental es la base para asegurar el bienestar general de las personas, sociedades y países. Ésta puede ser definida como el estado de bienestar que permite a las personas realizar sus habilidades, compartir sus dones y talentos, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y hacer una contribución significativa a sus comunidades.
No obstante, la mayor parte del mundo no le da la misma importancia a la salud metal como a la salud física. Por el contrario, la salud mental ha sido objeto de abandono e indiferencia.
“Salud mental” es una palabra o concepto que nos lleva a pensar en la locura, en algún tipo de psicopatología o trastorno mental severo. Nos parece importante cuidar la salud y la apariencia de nuestro cuerpo, pero … ¿qué hay de los buenos hábitos para mantener la salud de nuestra mente? Rara vez nos preocupamos por nuestra propia salud mental o hacemos algo de forma consciente para cuidarla, asumiendo que estamos bien porque no nos consideramos “locos” o “tan locos”.
Pero la salud mental va mucho más allá de la ausencia de trastornos mentales, es un estado completo de bienestar físico, psicológico y social, y no solo una ausencia de patologías.
A continuación, te comparto algunos hábitos para tener una buena salud mental:
- El ejercicio físico y el movimiento es el primer y más importante paso para estar sanos mentalmente.
- Comer bien e hidratarte: la falta de hidratación puede convertir a tu mente en una pasita anestesiada.
- Duerme mínimo 8 horas diarias, la falta de sueño puede, literalmente, enloquecernos.
- Alimenta tu autoestima. Trabajar con el amor propio no es cuestión del ego, es una parte fundamental de la salud mental. Las personas que no se aman tienden a la desvalorización y pueden caer en depresiones severas, ansiedad generalizada, y otros problemas mentales.
- Aprende a poner límites: a decir “no” y a cortar con relaciones y personas tóxicas.
- Transforma tus pensamientos. Tener pensamientos positivos no significa unirte a un “optimismo utópico”; los pensamientos negativos y el fatalismo es la cuna de cualquier trastorno mental.
- Cultiva tu pasión. Haz aquello que más te gusta, eso que te conecta con el gozo. Nada, pinta, escribe, canta, crea, lee, en fin, date tiempo y espacio para recargar tu mente.
- Nunca temas a la verdad, la verdad es curativa.
- Medita, respira, contempla. Realiza cualquier actividad o inactividad que entrene tu mente a estar en silencio.
- Busca el contacto con la naturaleza.
- Ejercicio de drenaje mental: te sugiero que cada mañana cuando te levantes escribas tres hojas en un cuaderno. Simplemente deja que se vacíen tus pensamientos. No importa que no tengan coherencia o que brinques de un pensamiento a otro. Lo importante es que drenes todos los pensamientos negativos y preocupaciones. Éste es un ejercicio muy efectivo, ya que ayuda en muchos niveles de la mente. Despierta tu capacidad de auto-observación y aumenta de forma considerable tu creatividad a lo largo del día.
- Busca estar en contacto con todo lo que te genere buen humor, la risa y la alegría son aspectos importantes para mantener una mente sana.
- ¡No te satures! El exceso de información no te hace ni más inteligente, ni más culto, ni te ayuda a estar a la vanguardia. Exceso de redes, exceso de lecturas, exceso de noticias, exceso de “deberes” saturan a tu mente y la enferman.