Cuando Gabriel Lobato, jefe de misión de CADENA, llegó al norte de Nayarit para realizar un diagnóstico de lo ocurrido, no pudo creer lo que veía:
“En algunos lugares el agua llegó hasta los 2 metros de altura. Lo más impresionante fue ver los campos inundados y los cadáveres de los animales de ganadería flotando en la superficie.”
Gabriel Lobato
El huracán Willa había provocado desbordamiento del río Acaponeta, localizado en la frontera con Sinaloa, causando daños en las viviendas de más de 400 familias. Tres días después, una misión con más de 500 cubetas, 120 filtros de agua, 375 kits de higiene, 375 lámparas solares, cientos sábanas y miles de piezas de ropa, salió hacia las comunidades de Pajaritos, Pericos, Agua Verde y El Cantón.

No fue suficiente
Según Daniel Gonikman, el jefe de esta misión de siete voluntarios, las zonas están en un estado de abandono total: “Por lo general, tres días después de un desastre se puede caminar por las calles para entregar la ayuda. Nosotros llegamos diez dias después y, en Tuxpan –una de las ciudades afectadas más grandes, con población de 30,000–, el agua seguía en las calles.”
Al ver que la situación estaba tan grave, Gonikman realizó un reconocimiento aéreo y encontró que Mexcaltitlán de Uribe, una pequeña isla donde vivian 230 familias, no había recibido ayuda. Además, encontró comunidades rurales del municipio de Huajicori a las cuales no se podía llegar ni por aire. Finalmente, reportó de regreso con la central, para movilizar a más personas a ayudar.
…Así que vamos por más.
Por todo esto, el día de mañana sale de CADENA una tercera misión de 8 voluntarios con despensas, colchonetas, filtros de agua, cubetas, palas para tratar de llegar a estas comunidades. Como parte de nuestra labor de difusión, queremos informar sobre la situación crítica que viven estas comunidades y exhortar a todos los que puedan a ayudar. México nos necesita.